LA IDEA
En 1953 el guionista Carl Foreman responsable de títulos como Cyrano de Bergerac (1950, Michael Gordon) o Sólo ante el peligro (1952, Fred Zinnemann) se encontraba en Inglaterra como consecuencia de la caza de brujas de Joseph McCarthy, allí había adquirido los derechos de la novela de Boulle y había preparado un guión a partir de la misma.
En busca de financiación Foreman habló con el productor Alexander Korda, el cual no llegó a interesarse demasiado por el proyecto. Quien si le hizo más caso fué un emigrado austriaco, que llevaba varios años en EEUU y que era para entonces uno de los productores independientes más poderosos, Sam Spiegel.
Tras algunas pequeñas producciones en Europa y Hollywood había fundado Horizon Films en 1951, desde la que había producido películas como La reina de África (1952, John Huston) o La ley del Silencio (1954, Elia Kazan), por esta última había obtenido el oscar a la mejor película y esto le había consagrado como productor.
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Spiegel en 1955 con el Oscar por La ley del Silencio |
Las primeras opciones de Spiegel para la dirección de la película fueron directores de la talla de William Wyler, John Ford, Howard Hawks, o Fred Zinnemann, pero todos rechazaron la oferta. En ese momento entró en juego Katherine Hepburn, que había coincidido con Spiegel en La reina de África. Hepburn le recomendó a un director inglés con el que había trabajado recientemente en la película Locuras de verano (1955), se trataba por supuesto de David Lean.
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Hepbrun y Lean en el rodaje de Locuras de Verano |
David Lean era un director que había aprendido el oficio desde abajo. Fué ayudante de cámara, técnico de sonido, montador, etc...Toda esta experiencia le ayudó a convertirse con el tiempo en un director consagrado en Inglaterra, realizando películas tan notables como Breve Encuentro (1945), Grandes Esperanzas (1946) u Oliver Twist (1948). Pero nunca había dirigido una producción de las dimensiones de la película que le ofrecía Spiegel.
El inicio de la relación entre Lean y Spiegel no fué nada halagüeño, cuando el director inglés leyó el guión le pareció espantoso, no le convencía como había planteado la historia Foreman: "ha hecho un western asiático cuando en realidad la historia hace pensar en un drama shakesperiano. Lo primero que debemos hacer es tirar este guión por la ventana".
Tras intentar la contratación de varios guionistas, que siempre chocaban con el caracter del director inglés, finalmente Spiegel ya desesperado fichó a Michael Wilson, que había recibido un oscar por Un lugar en el Sol (1951), y que también figuraba en las listas negras de Hollywood por su militancia comunista.
Por fin, con Wilson conectó Lean sin problemas y pudieron acabar el guión. Sin embargo ni Wilson, ni Foreman aparecerían acreditados en la película, puesto que el que estuvieran en la lista negra de los estudios podía afectar negativamente a su distribución. Era el autor original Pierre Boulle quien aparecía, dándose la increible paradoja de aparecer como guionista de una película estadounidense un escritor que apenas hablaba inglés.
De hecho la película ganó el premio Oscar al mejor guión adaptado de 1957. Sólo muchos años más tarde, en 1985, Wilson y Foreman, ambos ya fallecidos serían galardonados póstumamente por su trabajo.
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Kim Novak con el Oscar que recogió en nombre de Boulle |
EL REPARTO
Si el proceso de preparación del guión fué extenuante, no le fué a la zaga el casting. Para el papel del coronel Nicholson se manejaron nombres como Noel Coward, Charles Laugthon, Laurence Olivier, James Mason, Spencer Tracy, Montgomery Clift, e incluso Orson Welles. Finalmente se optó por Alec Guiness, aunque no después de muchos vaivenes, ya que el actor llegó a rechazarlo hasta tres veces.
Alec Guinnes ya había trabajado con David Lean en Cadenas Rotas (1946) y Oliver Twist (1948), rodajes en los que ya se empezó a vislumbrar la tensa relación que iba a existir entre ambos a lo largo de sus vidas. Esta película cómo veremos más adelante no fué una excepción.
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Lean y Guiness en un momento del rodaje |
Para interpretar al cínico Shears se pensó en un principio en Humphrey Bogart, Montgomery Clift o Cary Grant, hasta que finalmente, gracias a sus enormes éxitos en El crepúsculo de los dioses (1952, Billy Wilder) o Traidor en el Infierno (1953, Billy Wilder) se eligió a William Holden.
Los papeles secundarios de Warden y Saito recayeron en Jack Hawkins, un actor con amplia experiencia ante las cámaras, y Sessue Hayakawa, intérprete japonés establecido en Hollywood desde la época del cine mudo.
El reparto contó también con la presencia de actores de la talla de James Donald o Geoffrey Horne. El único papel femenino, sin apenas presencia en la película, e impuesto a Lean por la productora, fué el de Ann Sears.
EL RODAJE
La película fué filmada enteramente en exteriores naturales en Ceilán. El rodaje duró ocho arduos meses y supuso una durísima experiencia tanto para el reparto como para el equipo que trabajó en él. El extenuante calor y la tremenda humedad, unidos a las enfermedades tropicales, hicieron auténticos estragos.
Durante un momento especialmente delicado del rodaje el director David Lean estuvo a punto de fallecer ahogado tras ser arrastrado por la salvaje corriente de un río. Afortunadamente, el actor Geoffrey Horne estuvo atento a la situación y le salvó la vida.
Menos suerte que David Lean tuvo su asistente, John Kerrison, quien falleció tras sufrir un accidente de coche mientras se dirigía al rodaje de 'El puente sobre el río Kwai'. Un suceso en el que, además, uno de los trabajadores del equipo de maquillaje de la película resultó gravemente herido.
Además la lucha entre Lean y el equipo era constante, los cuales según el director inglés eran incapaces de entender su punto de vista de la historia. Famosas fueron las disputas entre él y Alec Guiness, provocadas por las diferentes ideas que tenían de entender el personaje del coronel Nicholson.
El momento crucial de la producción se produjo con la construcción del puente. El perfeccionista Lean se negaba a que fuera una maqueta, por lo que durante ocho meses se construyó un puente que involucró a más de 500 operarios y 35 elefantes.
Una vez filmada la explosión del puente el rodaje se dió por concluido. Entonces, recien llegado el equipo a Inglaterra se percataron que se había perdido todo el metraje de la voladura del puente, esto podía significar el fracaso total de la película. Afortunadamente tras unos días de angustia para la producción, apareció extraviado en El Cairo, milagrosamente intacto. La película se podía estrenar.
Una vez que la película llegó a las pantallas de todo el mundo su éxito fué rotundo. Tanto la crítica como el público la recibió calurosamente. En la ceremonia de los Oscar de ese año triunfó con 7 estatuillas, incluidas las de mejor película, dirección y actor principal.
NOTA FINAL
Acabamos esta historia tal como la empezamos, con la melodía que silban los integrantes del ejercito inglés al inicio de la película. Se trata de una de las marchas militares más populares en Inglaterra: Colonel Bogey´s March.
Escrita en la Primera Guerra Mundial por F.J. Ricketts, se convirtió con el tiempo en una de las melodías más utilizadas por el ejercito británico. Con numerosas letras de todo tipo, quizá la más conocida es la que se cantó en la Segunda Guerra Mundial:
Hitler was only got one ball
Göring has two but very small
Himmler is rather similar,
But poor old Goebbels, has no balls, at all
Hitler tiene sólo una pelota
Goering tiene dos, pero pequeñitas
Himmler bastante parecidas
Y el pobre Goebbels no tiene pelotas.
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